Durante la guerra de Corea en los años 50, más de 3000 soldados tuvieron una fiebre hemorrágica con compromiso renal. No se supo la causa hasta que el virólogo Karl Johnson aisló el virus al que se denominó hantavirus Hantaan, por el rio Hantaan en Corea donde fueron los primeros casos. Los primeros casos de infección por hantavirus identificados en el continente Americano ocurrieron en el centro oeste de Estados Unidos en la zona de Four Corners en 1993. El virus aislado de estos casos se denominó hantavirus Sin Nombre. Al parecer los nativos Navajos del sur de los Estados Unidos ya conocían este virus ya que en su tradición oral de cientos de años establecen dos directrices:
a) Atención donde pones la nariz y el aire que respiras.
b) Nunca “desordenar” el hábitat de los roedores porque estos en represalia contagiarán una infección grave.
En Chile, el primer caso se diagnosticó en 1995, en Cochamó X Región, y luego de una serie de estudios se descubrió que este caso se debía a un hantavirus denominado Andes. En nuestro país se registran entre 40 a 60 casos anuales del síndrome cardiopulmonar por hantavirus, de los cuales la mayoría ocurren en hombres jóvenes o edad media. Los habitantes rurales, trabajadores agrícolas y forestales son los más expuestos a contraer la enfermedad. Desde el conocimiento de esta enfermedad, en Chile se han diagnosticado más de 1000 casos con una letalidad promedio de 35%.
Durante la guerra de Corea en los años 50, más de 3000 soldados tuvieron una fiebre hemorrágica con compromiso renal. No se supo la causa hasta que el virólogo Karl Johnson aisló el virus al que se denominó hantavirus Hantaan, por el rio Hantaan en Corea donde fueron los primeros casos. Los primeros casos de infección por hantavirus identificados en el continente Americano ocurrieron en el centro oeste de Estados Unidos en la zona de Four Corners en 1993. El virus aislado de estos casos se denominó hantavirus Sin Nombre. Al parecer los nativos Navajos del sur de los Estados Unidos ya conocían este virus ya que en su tradición oral de cientos de años establecen dos directrices:
a) Atención donde pones la nariz y el aire que respiras.
b) Nunca “desordenar” el hábitat de los roedores porque estos en represalia contagiarán una infección grave.
Reportaje del noticiero del canal La Red en Chile que muestra el aumento de la población de ratones en la Región de Aysén durante el año 2011 debido al florecimiento de la Quila.